Manuel Morales. "La Caja Encendida" o El espíritu de la televisión
En 1994, en un taller de vídeo, el profesor me dijo que nunca colocara la cámara delante del televisor porque ésta se podría estropear. La idea de que la imagen grabada del televisor se repitiera hasta el infinito en él mismo, podría tener consecuencias nefastas para la cámara.
Varios meses después, la idea de realizar esa operación prohibida me rondaba la cabeza. Hasta que una noche, planté la cámara en un trípode delante del televisor. Las consecuencias no fueron nefastas, sino todo lo contrario. Lo que ocurrió fue extraordinario y revelador. Un descubrimiento:
Yo he visto "el espíritu de la televisión".
Con la ayuda de una pizarra, explicaré a los asistentes el experimento a realizar. Una vez encontrado el espíritu de la televisión, (este proceso puede ser lento y frustrante), los asistentes, de manera voluntaria, pueden interactuar entre la cámara y la televisión con sus propias manos o pequeños objetos, modificando así la imagen primigenia de lo que, sin duda, es el espíritu de la televisión.
Manuel Morales
(Fondón, Almeria, 1965).
Artista multidisciplinar, que desde 1983 hasta la actualidad viene trabajando en diferentes procedimientos artísticos, desde el collage de papel, pintura al óleo, escultura de mármol, esculturas públicas, instalaciones, serigrafias, diseño gráfico, videoarte, cortometrajes como director artístico, guionista y director, y como actor en sus "Acciones cinematográficas". Compone piezas a piano desde 1986 y composiciones orquestales por ordenador desde el 2004.
Es documentalista de performance y edita performance desde 1997. Comienza a realizar sus primeras acciones en 1995, habiendo participado en diferentes festivales nacionales e internacionales de performance.
EL OBJETO COMO MEDIO ARTÍSTICO Y EXPRESIVO EN EL ARTE DE ACCIÓN
El artista plástico en la actualidad, para expresar el mundo y a sí mismo, ha de romper el hábito de los procedimientos históricos tradicionales de la plástica. Y el eje de esta ruptura se ha de centrar precisamente en el sujeto actuante y en su relación con los demás sujetos y valerse de los objetos creados, como medio de expresión y comunicación, y no como fin en sí mismos.
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SOBRE LA ACCIÓN
Cuando las palabras ya no convencen, porque son demasiadas, porque nos atraviesan el cuerpo como si nada, la acción del ser humano es lo único que nos queda.
Las personas hablan y hablan y no se dan cuenta que el lenguaje de su cuerpo las contradice. Es cuando la acción es más sincera, más creíble.
El primer lenguaje del ser humano fue su cuerpo. Ahora, en estos tiempos de infinita conciencia y retórica política, la acción es a lo único que nos podemos agarrar para no ser arrastrados por la mentira. La acción es la única posibilidad de retornar a buscar esa verdad que retorne una nueva humanización al Ser
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SOBRE EL OBJETO
La acción, más que una disciplina artística, es una actitud de vida. El individuo ha sido siempre objeto de su expresión. Cuando se realiza una acción es porque antes se ha pensado el vivir. Y este vivir se entiende como una ideología creadora desde la perspectiva de reconstruir en mundo.
Cuando se actúa, se crea un objeto artístico inmaterial. (...) Cuando se actúa, se crea un objeto ideológico que, artístico en su representación, connota y denota el antiguo objeto artístico.
Los objetos y documentos que genera una acción son elementos importantes dentro del contexto de la actuación, ya que apoyan y forman parte de los materiales de la ideología.
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La política del arte o la performance como escapatoria.
Lo que más valoro en una persona es su actitud, porque en la actitud está el impulso del deseo de cambiar la vida. El arte, desde una actitud de mejora de la sociedad, es lo único que me importa. El arte, desde una actitud de mejora de una posición social de grupo o individual, no me interesa. Y en esto se cae con mucha frecuencia (...). Tengo muy claro que el arte es político, aunque esta palabra la hayamos deformado entre todos.
Manuel Morales
Formador y performer
Santa Coloma de Cervelló, 2001