Nieves Correa. Eva uno, dos, tres
Eva uno, dos, tres es mi primera performance en solitario después de mas de dos años de fecunda producción en colaboración con Santi Salvador y algún trabajo más esporádico junto a Joan Casellas.
Los elementos con los que voy a trabajar, pocos y sencillos, están cargados de "experiencia", me han acompañado durante los últimos meses o han adquirido un significado especial por el uso. No son símbolos sino realidades muy concretas que se van añadiendo al cuerpo-soporte en un proceso acumulativo y en cierto sentido esperpéntico.
Como siempre, y quizás en esta propuesta resulta aún más evidente, este trabajo habla de mi misma, de mi personaje esta vez como "solista" de la vida, ahora que mi vida está más abarrotada que nunca.
Nieves Correa (Madrid, 1960)
Artista multidisciplinar se inicia en la acción y la performance en el año 1987, alternando esta actividad con la instalación, el arte público, trabajos en soporte vídeo y arte electrónico.
Desde 1990 ha organizado festivales y programas de performances tanto de forma independiente como en comisariado. Ha impartido cursos y conferencias en la Universidad Autónoma y la Universidad Complutense de Madrid y también en instituciones, asociaciones, centros culturales, etc...
Ha realizado exposiciones en España, Gran Bretaña, Países Bajos, Polonia, Suiza, Canadá. Dinamarca y Alemania. De estas exposiciones se pueden destacar la realizada en la Sala Plaza de España (Madrid, 2001); Overgaden (Copenhague, 2000); Galería Pankow (Berlín, 1997); Museo de la PTT (Berna, 1994),
Recientemente ha participado en el festival-exposición "L'Art Parallele Espagnol" en LeLieu (Quebec, Canadá); "La Acción y su Huella" en el Centro Galego de Arte Contemporánea de Santiago de Compostela, Territorios Nómadas en la Galería Theredoom de Barcelona, y junto con Santi Salvador en "Terreno de Juego", Instituto de México y "Casas y Calles", ambas en Madrid.
Nieves Correa ha destacado desde principios de los noventa por la renovación del arte de acción y el desarrollo de la autogestión artística colaborando con numerosos grupos de artistas de todo el estado español.
Su trabajo, de raíz conceptual, utiliza objetos cotidianos, la relación contextual con los lugares en los que realiza su trabajo y una cierta inframaterialidad en el sentido de considerar el arte un mecanismo de relación-experiencia más que un procedimiento experimental de producción de objetos. Por eso, la mayoría de las cosas utilizadas en sus acciones escapan de las vitrinas para volver a su lugar de uso: la cocina, la sala de estar, el bar, etc... y sus materializaciones son plegables, portátiles y más personales que de colección.